¿Qué es el baile?

“El baile es una reacción innata en los niños”

Una investigación reciente afirma que los bebes nacen programados para bailar, tienen una predisposición natural para moverse al ritmo de la música y que casualmente, cuanto más sincronizan sus movimientos con la música, más les gusta. Eso les provoca placer y suele ir acompañado de una sonrisa de manera desinhibida que les permite disfrutar del baile con total libertad y naturalidad.
Como tantas otras cosas, en la etapa de desarrollo, el baile también es aprendizaje y no hay mejor manera de aprender que disfrutando de lo que hacemos, por eso, el aprendizaje de la danza debería de fomentarse en los pequeños. Cabe distinguir entre bailar de manera natural que puede ser experimentada por los padres “es escuchar música y ponerse a bailar”, y la predisposición inicial de los padres de querer inculcar desde pequeños una educación basada en la expresión artística y corporal, desarrollando habilidades para su futuro y crecimiento personal, así como, los beneficios tanto físicos como intelectuales que les aporta.

Beneficios físicos:

• Favorece los grupos musculares y mejora la flexibilidad, la fuerza, la resistencia y la buena postura.
• Facilita la circulación de la sangre y el tono de la piel.
• Aumenta la capacidad pulmonar y muscular.
• Favorece la eliminación de grasas combatientes del sobrepeso y la obesidad infantil.
• Refuerza el sistema inmunológico, que ayuda a prevenir infecciones.
• Genera un cuerpo y un estado mental más equilibrado.
• Se ejercita la agilidad y la coordinación de movimientos (psicomotricidad) así como el equilibrio.
• Corrige trastornos congénitos y malas posturas derivadas de la vida sedentaria.
• Desarrolla el oído musical, el sentido del ritmo y la expresión corporal.
• Fomenta la memoria auditiva (ordenes, consignas, palabras, sonidos y canciones) y la memoria motriz.

Beneficios psicológicos y sociales:

• Ayuda a superar la soledad, la timidez y a conseguir nuevas relaciones. Mejora por eso las relaciones sociales.
• Permite desinhibir y liberar tensiones.
• Mejora la vitalidad y la positividad.
• Mejora la autoconfianza y el ánimo. Liberar endorfinas, ayuda a sentirse mejor y a potenciar de manera positiva su autoestima. En definitiva, ser más felices.
• Prepara para afrontar fracasos y tolerar las criticas.
• Ayuda a canalizar la agresividad, fomentando el respeto hacia los demás, la comunicación y la cooperación.
• Fomenta el afán de superación, la responsabilidad, la disponibilidad y la disciplina.
• Contribuye a desarrollar su sensibilidad y una actitud más imaginativa frente a la vida.